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ORACIONES PARA ANTES DEL ROSARIO
Buenas Noches Familia del Santo Rosario, Red mundial cristiana de oración, Grupos adheridos, Rosario Viviente Universal Santa Filomena y casas Misioneras
Queridos hermanos, que la paz del señor sea con todos nosotros.
Amén
Damos inicio al Santo Rosario.
Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el Pésame y el Credo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
VEN ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón inmaculado de María tu amadísima esposa.
ORACION INICIAL
Divino Padre Eterno, en nombre de Jesucristo, y por la intercesión de la Santísima Siempre Virgen María, envía a mi corazón El Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo, a mi corazón y santifícalo.
Ven, Padre de los pobres, y alíviame.
Ven, autor de todo bien, y consuèlame.
Ven, luz de las mentes e ilumíname.
Ven, dulce huésped de los corazones, y no te apartes de mí.
Ven, verdadero Refrigerio de mi vida, y renuévame.
¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas.
Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad cristiana.
Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme.
Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.
Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.
Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.
Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
Ven Espíritu Santo, inflama mi corazón y enciende en el fuego de tu Amor. Dígnate escuchar mis súplicas, y envía sobre mí tus dones, como los enviaste sobre los Apóstoles el día de Pentecostés.
Espíritu de Verdad, te ruego me llenes del don de Entendimiento, para penetrar las verdades reveladas, y así aumentar mi fe; distinguiendo con su luz lo que es del buen, o del mal espíritu.
Espíritu Sempiterno, te ruego me llenes del don de Ciencia, para sentir con la Iglesia en la estima de las cosas terrenas, y así aumentar mi esperanza; viviendo para los valores eternos.
Espíritu de Amor, te ruego me llenes del don de Sabiduría, para que saboree cada día más con qué infinito Amor soy amado, y así aumente mi caridad a Dios y al prójimo; actuando siempre movido por ella.
Espíritu Santificador, te ruego me llenes del don de Consejo, para obrar de continuo con prudencia; eligiendo las palabras y acciones más adecuadas a la santificación mía y de los demás.
Espíritu de Bondad, te ruego me llenes del don de Piedad, para practicar con todos la justicia; dando a cada uno lo suyo: a Dios con gratitud y obediencia, a los hombres con generosidad y amabilidad.
Espíritu Omnipotente, te ruego me llenes del don de Fortaleza, para perseverar con constancia y confianza en el camino de la perfección cristiana; resistiendo con paciencia las adversidades.
Espíritu de Majestad, te ruego me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar de las tentaciones de los sentidos, y proceder con templanza en el uso de las criaturas.
Divino Espíritu, por los méritos de Jesucristo y la intercesión de tu Esposa, María Santísima, te suplico que vengas a mi corazón y me comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminado y confortado por ellos, viva según tu voluntad, muera entregado a tu Amor y así merezca cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal dela Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en Presencia de Dios y para que la oración llegue al cielo, pedimos humildemente perdón al señor por nuestras faltas.
Te pedimos Espíritu Santo, que nos inundes con tu amor y te hagas presente en nuestros corazones al rezar este hermoso Rosario a María.
Amén
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
PÉSAME
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos;
antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado.
Amén
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén
3 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
ORACIÓN INICIAL.
Santo Espíritu de Dios, Lava lo que está manchado, Riega lo que está reseco,Sana lo que está enfermo, Doblega lo que está rígido, Calienta lo que esta frio, Endereza lo que está desviado, Y reparte tus 7 santos dones, Según la fe de tus ciervos, amén.
PRIMER MISTERIO: Honremos al Espíritu Santo y adoremos al amor sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una caridad infinita y eterna.
“Para no tenerle miedo a Dios sino para alejarnos de cualquier cosa que pueda ofenderlo
“VEN ESPÍRITU SANTO CON EL DON DE TEMOR DE DIOS”
Contemplamos al Espíritu Santo que al principio aleteaba sobre las aguas para transformar el caos.
Texto Bíblico
En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas (Gn 1, 2-3).
Tal vez en algunos momentos de la vida, experimentas en tu corazón ráfagas de soledad, pero la realidad es que nunca estarás solo, ya que Jesús te prometió: Yo rogaré al Padre para que les dé otro Paráclito a fin de que esté con ustedes para siempre… Y Dios cumple sus promesas.
Por lo que te digo: ¡alégrate! Tienes como compañero y amigo, nada menos que a un miembro de la Santísima Trinidad, que quiere reordenar y colmar de armonía, todas las áreas de tu vida.
Al Espíritu Santo se le ha asignado la responsabilidad de ayudarte, para que llenándote de su presencia no te sientas solo. ¡Qué maravilloso es Nuestro Señor! Nos ha dado como, compañero de camino, al mismo Dios Espíritu Santo.
Petición
Espíritu de Dios, tú que todo lo puedes, aletea sobre mi alma y disipa toda tiniebla y toda confusión que pueda haber en mi vida; ven a tomar las áreas de caos, aislamiento o soledad y transfórmalas en un nuevo orden que proceda de ti.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
1. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden espiritual. María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
2. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden emocional Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
3. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden intelectual. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
4. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden en el uso del tiempo. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
5. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden en nuestras relaciones interpersonales . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
6. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden en el uso de tus dones y de los talentos que nos has dado. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
7. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden en el apostolado. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
8. Te entregamos, Espíritu Santo, el desorden del ámbito familiar. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
9. Te entregamos, Espíritu Santo, los desórdenes del ámbito laboral. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
10. Te entregamos, Espíritu Santo, cualquier otro desorden que veas que hay en nuestras vidas. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.Amén
Jaculatoria:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
Padre, Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor
Espíritu Santo fuente de luz ILUMINAMOS Espíritu Santo fuente de sabiduría,GUÍANOS .Espíritu Santo fuente de amor,LLENANOS.
SEGUNDO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y Adorémosle, porque hizo inmaculada a María en su concepción y la santificó con la plenitud de su gracia.
“Para saber tratar a Dios como verdadero Padre y amarlo como verdadero hijo,
“ VEN ESPÍRITU SANTO CON TU DON DE PIEDAD”.
Contemplamos a Dios, que al soplar sobre el ser humano, le da vida su Espíritu de vida
Texto Bíblico
El Señor Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida (Génesis 2, 7).
Reflexión: Cuando Dios tomó la decisión de darnos vida, soplando sobre nuestras narices y boca, lo hizo para habitar en nosotros, como en su Templo Sagrado, para llenarnos de la presencia Divina y para guiarnos a ser aquellas personas que debemos llegar a ser.
2 Rom 5, 5.
Él Es, el que tiene el poder de consolar tu corazón de las pérdidas de la vida; El Es quien te puede orientar en el camino de la vida; El Es quien quiere levantarte después de una caída; El Es quien quiere sanar tu corazón de las heridas que producen en ti sensación de soledad y que generan con frecuencia problemas en las relaciones interpersonales.
Él está unido a ti, más de lo que está pegada tu piel a la carne de tu cuerpo. Si te arrancan la piel, tu carne queda sin protección, lo mismo te sucede si echas fuera de ti al Espíritu Santo.
Petición
Dios Padre y Dios Hijo, soplen sobre mí, sobre toda la Iglesia y sobre el mundo entero, dándonos el Ruah Divino.
Espíritu Santo, tenemos necesidad de ser colmados de tu presencia, para que morando en todo nuestro ser, nos colmes de la vida divina. Aliento Divino, llénanos de ti, para que estando en profunda comunión contigo y experimentando tu presencia de amor en nuestras almas, tengamos en nosotros tu vida plena y seamos canales de nueva vida para quienes están a nuestro alrededor. Amén.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
1. Espíritu Santo, sopla sobre nuestras familias. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
2. Espíritu Santo, sopla sobre nuestros gobernantes. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
3. Espíritu Santo, sopla sobre los hermanos y hermanas del campo . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
4. Espíritu Santo, sopla sobre quienes viven en las ciudades. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
5. Espíritu Santo, sopla sobre los enfermos. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
6. Espíritu Santo, sopla sobre los encarcelados. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
7. Espíritu Santo, sopla sobre los tristes y deprimidos. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
8. Espíritu Santo, sopla sobre quienes aún no han tenido la experiencia del amor de Dios. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
9. Espíritu Santo, sopla sobre quienes cada día te sirven trabajando al servicio de tu pueblo. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
1 0. Espíritu Santo, sopla sobre quienes estás llamando a dejarlo todo para seguirte. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.Amén
JACULATORIA
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
Padre, Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor.
Espíritu Santo fuente de luz ILUMINAMOS Espíritu Santo fuente de sabiduría,GUÍANOS .Espíritu Santo fuente de amor,LLÉNANOS.
TERCER MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y Adorémosle, porque hizo a la Santísima Virgen, madre del Verbo divino en el misterio de la Encarnación.
“Para que entendamos mejor y mas a fondo las verdades de nuestra Fe,
“ VEN ESPÍRITU SANTO CON EL DON DEL ENTENDIMIENTO”
Contemplamos al Espíritu Santo que nos envía a servir
Texto Bíblico
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor…; a consolar a todos los que están de duelo, a cambiar su ceniza por una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un canto de alabanza. Ellos serán llamados «Encinas de justicia», «Plantación del Señor, para su gloria». Ellos reconstruirán las ruinas antiguas, restaurarán los escombros del pasado, renovarán las ciudades en ruinas, los escombros de muchas generaciones (Isaías 61, 1 – 4).
Reflexión
Es necesario que tengamos la sinceridad y la humildad de reconocer que solamente con nuestras propias fuerzas no podemos recorrer en armonía y paz el camino de la vida, ni llevar el consuelo a quienes están sufriendo.
Todos tenemos necesidad de una fuerza amorosa y superior que nos ayude y esto se da cuando reconocemos los necesitados y limitados que somos como personas y pedimos una renovada efusión del Espíritu del Señor.
Este es uno, entre muchos otros motivos, por lo cual es tan importante que asumamos como hábito cotidiano llevar una vida de oración y de intimidad con el Espíritu Santo, pues así le permitimos al Espíritu Santo obrar en nosotros y a través nuestro.
El Espíritu Santo sabe exactamente cuál es el plan de Dios para tu vida. Sabe exactamente lo que estás necesitando, lo que es bueno para ti y para la vida de quienes te rodean y a quienes él te envía a servir. Él sabe cómo actuar en el momento oportuno y te irá guiando para que siendo instrumento dócil en sus manos, puedas, como dice Isaías, renovar a muchas generaciones.
Petición: Espíritu del Señor, te doy gracias porque estás en mí, y porque me has ungido con tu preciosa unción para llevar tu mensaje y servir a tu pueblo.
Te pido que abras mis ojos para poder ver y amar a quienes tú me envías a llevarles la buena noticia; ayúdame para aprender a servirte en los más pobres; dame tu fuerza restauradora y sanadora, para así vendar los corazones heridos; cólmame de tu valentía y fortaleza, para proclamar la liberación a los cautivos de toda forma de esclavitud y para que mi vida al ser entregada a ti, sea como un suave perfume que se prolongue en cascada de bendiciones a lo largo de muchas generaciones.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
1. Espíritu Santo, danos la sabiduría para saber cuándo callar y cuándo hablar. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
2. Espíritu Santo, danos la sabiduría para saber qué decir y cómo. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
3.Espíritu Santo, danos la sabiduría para saber discernir las intenciones que hay en los corazones. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
4. Espíritu Santo, danos la sabiduría para distinguir el bien, del mal. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
5. Espíritu Santo, danos la sabiduría para saber discernir entre el bien aparente y el bien verdadero. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
6. Espíritu Santo, danos la sabiduría para conocer tus caminos y cumplir tu voluntad. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
7. Espíritu Santo, danos la sabiduría para saber cómo consolar a los afligidos y liberar a los cautivos. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
8. Espíritu Santo, danos la sabiduría para aprender a escuchar tu voz y la docilidad para acoger tus inspiraciones. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
9. Espíritu Santo, danos la sabiduría para poner la caridad y la humildad en el primer lugar. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén-
10. Espíritu Santo, danos la sabiduría para aprender a utilizar los carismas que nos has concedido y no dejar que se apaguen. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.Amén
JACULATORIA
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
Padre, Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor
Espíritu Santo fuente de luz ILUMINAMOS Espíritu Santo fuente de sabiduría,GUÍANOS .Espíritu Santo fuente de amor,LLENANOS.
CUARTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y Adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés.
: “Para que aprendamos a darle a los bienes de la tierra, dinero, salud. Habilidades , conocimientos, su verdadero valor de medios y de fines.
“ VEN ESPÍRITU SANTO CON EL DON DE CIENCIA”
Contemplamos Al patriarca José que, lleno de la sabiduría del Espíritu Santo, es puesto al frente de Egipto para guiar y proteger al pueblo.
Texto Bíblico
El Faraón les dijo: «¿Podemos encontrar otro hombre que tenga en igual medida el espíritu de Dios?». Y dirigiéndose a José, le expresó: «Ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan prudente y sabio como tú. Por eso tú estarás al frente de mi palacio, y todo mi pueblo tendrá que acatar tus órdenes»… Y el Faraón siguió diciendo a José: «Ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto» (Génesis 41, 38-41).
Reflexión
En algunas ocasiones existe el peligro de pedir cosas que en apariencia nos pueden parecer buenas, pero que el Espíritu de Dios sabe que no nos convienen José, gracias a la paciencia y a la perseverancia, recibió en el momento oportuno del Espíritu de Dios lo que necesitaba, no solo para él, sino también para su familia y para todo el pueblo de Egipto, liberándolo así, gracias a los dones del Santo Espíritu, de las consecuencias de los siete años de penuria que sufrió el país.
Por otro lado, Dios quiere colmarnos de sus dones, pues no solo cada uno de nosotros tiene necesidad de ellos, sino también todo un mundo que se halla hambriento de Dios.
Petición
Espíritu de Dios, en este misterio te pedimos seguir uniéndonos a ti cada vez más profundamente, de modo tal que tu santa unción nos colme de tus dones y de manera semejante a como los rayos del sol atraviesan un límpido cristal, puedas pasar a través nuestro para así iluminar la oscuridad que hay en los diversos ámbitos de la sociedad y colmar de tu luminosidad los corazones que necesitan de tu resplandor.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
1. Espíritu Santo, cólmanos del don del santo temor, para que se renueve cada día nuestra capacidad de asombro y reverencia por todas tus maravillas Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
2. Espíritu Santo, cólmanos del don de la fortaleza, para que sostenidos por ti, podamos sostener a los más débiles. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
3. Espíritu Santo, cólmanos del don de entendimiento e inteligencia, para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
4. Espíritu Santo, cólmanos del don de Consejo para que ilumine nuestras conciencias en las opciones que la vida diaria nos impone. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
5. Espíritu Santo, cólmanos del don ciencia, para darnos a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
6. Espíritu Santo, cólmanos del don de piedad, para que crezca el afecto filial hacia Dios como’ Padre. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
7. Espíritu Santo, cólmanos del don de sabiduría, para poder ver y gustar las cosas según Dios. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
8. Espíritu Santo, cólmanos aún más del don de la fortaleza, para resistir las instigaciones de las pasiones internas y las presiones del ambiente. Y para superar la timidez y la agresividad. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
9. Espíritu Santo, cólmanos aún más del don de piedad, para que sanes nuestros corazones de todo tipo de dureza y se abran a la fraternidad universal. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
10. Espíritu Santo, cólmanos del don del discernimiento, sugiriéndonos lo que conviene más para nuestras vidas. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.Amén
JACULATORIA
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
Padre, Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor
Espíritu Santo fuente de luz ILUMINAMOS Espíritu Santo fuente de sabiduría,GUÍANOS .Espíritu Santo fuente de amor,LLENANOS
QUINTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y Adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia, y la asiste según la promesa divina, hasta la consumación de los siglos.
“Para que en todas las circunstancias de nuestra vida, en la casa, en el trabajo, en la vida social, sepamos actuar siempre Cristianamente.
“ VEN ESPÍRITU SANTO CON EL DON DE CONSEJO”
Contemplamos cómo Dios infunde el Espíritu Santo que ya estaba en Moisés, sobre otros setenta ancianos
Texto Bíblico
El Señor respondió a Moisés: «Reúneme a setenta de los ancianos de Israel… llévalos a la Carpa del Encuentro y que permanezcan allí junto contigo. Yo bajaré hasta allí, te hablaré y tomaré algo del espíritu que tú posees, para comunicárselo a ellos. Así podrán compartir contigo el peso de este pueblo y no tendrás que soportarlo tú solo…
Entonces el Señor bajó en la nube y habló con Moisés; luego tomó una parte del espíritu que Moisés tenía y se lo dio a los setenta ancianos. En cuanto el espíritu reposó sobre ellos, comenzaron a hablar como profetas» (Nros 11, 16-17 y 25).
Reflexión
El Espíritu Santo, al habitar en nosotros, nos ayuda a fructificar. El ver que nuestra vida es renovada por él y que damos frutos, hace que la entrega y los sacrificios por el Reino de Dios, cobren un nuevo sentido y que nos llenemos del entusiasmo que viene de trabajar en la viña del Señor.
A su vez, cuando nos damos cuenta que para poder avanzar debemos caminar en el Espíritu y no en la carne y al comprender que cada uno, no tiene en sí mismo todos los carismas y que solos no podemos dar frutos, anhelamos que el Espíritu Santo distribuya estos dones entre aquellos con quienes estamos llamados a construir el Reino del Señor en nuestra parroquia, congregación, comunidad, familia o cualquier otro ámbito cristiano. El, por medio de sus frutos nos quiere enseñar a ser comunidad y capacitar para realizar la tarea a la que nos ha llamado.
Petición
Espíritu de Dios, tú que pasaste de Moisés a otros setenta hombres, sin disminuir en él tu presencia ni tu poder, haz que no tengamos temor de compartir lo que de ti hemos recibido con todos nuestros hermanos, de manera tal que siga aumentando tu presencia en nosotros y que con la potencia de tus frutos, seamos constructores de comunidades unidas, sanas y misioneras, y donde junto con el Padre y el Hijo, seas el centro de nuestras vidas. Amén.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
1. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros, los frutos de la caridad, el gozo y la paz . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
2. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros los frutos de paciencia y mansedumbre. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
3. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros los frutos de bondad y benignidad. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
4. Espíritu Santo, haz que crezca en nosotros el fruto de la perseverancia. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
5. Espíritu Santo, haz que crezca en nosotros el fruto de la fe. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
6. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros los frutos de modestia, templanza y castidad. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
7. Espíritu Santo, haz que crezca en nosotros la virtud de la prudencia Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
8. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros las virtudes de la justicia y de la generosidad. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
9. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros las diversas virtudes humanas. Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén
1 0. Espíritu Santo, haz que crezcan en nosotros las virtudes que concediste a tu Madre, la Virgen Santísima. . Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.Amén
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de Tu amor.
Padre, Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor
Espíritu Santo fuente de luz ILUMINAMOS Espíritu Santo fuente de sabiduría,GUÍANOS .Espíritu Santo fuente de amor,LLENANOS
Envía tu Espíritu y todo será creado- Y renovarás la faz de la tierra.
OREMOS: Oh Dios que con la luz del Espíritu Santo enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales.
Por nuestro Señor Jesucristo. Así sea.
PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles; e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste.
Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y lo malo para detestarlo sinceramente.
Intensifica mi vida interior, por el don de Entendimiento.
Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por el don de Consejo.
Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el don de Fortaleza.
Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el don de Ciencia.
Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial, por el don de Piedad.
Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del bien, guiado por el don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera perderlo todo antes que tu gracia; y que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas “toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni dolor alguno, sino eterna felicidad. Así sea.
PARA PEDIR LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes como Tú quieres que los amemos.
Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia.
Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.
Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida sin indagar el por qué de ellas y sin quejarnos.
Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro sonriente, reflejo de tu infinita suavidad.
Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas obras buenas nos inspires.
Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás, como deseamos soporten las nuestras.
Espíritu de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de Jesús, obra maestra de la creación.
Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones.
Espíritu de Modestia, enséñanos a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de tentación a los demás.
Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.
Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de Ti, oh Dios del Amor hermoso.
Así sea.
1. Oración para dejar fluir los dones del Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y bautízame con el fuego de tu amor. Me he rendido lo mejor que he podido y ahora quiero que me llenes con tu Espíritu. Necesito tu poder en mi vida. Por favor, ven y lléname ahora.
Señor, creo que cuando me abandono a ti como Señor, nos hacemos uno. Tú eres la vid y yo soy el sarmiento. Mi vida fluye ante ti. Creo que al rendirme y pedir, tú liberarás tu fuerza, sabiduría, y sanación, para llenar mis actuales necesidades. Ahora me rindo para recibir tus dones de santificación: Espíritu de sabiduría e inteligencia, Espíritu de consejo y fortaleza, Espíritu de ciencia y temor de Dios. Necesito dones en mi vida, para mi crecimiento como cristiano.
Me rindo y te pido que envíes la manifestación de tus dones de servicio: sabiduría, ciencia, fe, curaciones, milagros, profecía, discernimiento de espíritus diversidad de lenguas e interpretación de lenguas Lo necesito para ser testigo en un mundo doliente. Sólo en tu poder, guiado por tu Espíritu puede ser fructífera mi vida. Ven, Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo. Lo quiero todo envuelto en el mayor de los dones el Amor. Derríteme, moldéame, lléname, úsame.
Dame oportunidades para usar tus dones, para revelar tu amor y tu misericordia. Ensánchame, Señor. No limitaré tus dones con mi percepción de lo que yo pueda manejar. Espíritu Santo, aumenta mi capacidad. Obra en mí poderosamente. Quiero que cada propósito que Dios tiene para mi vida se cumpla: Te necesito, poderoso Espíritu de Dios, para que se cumpla ese propósito. Ven, Espíritu Santo, ven.
Al fluir a través de mí para dirigir a otros, sé que tú estás fluyendo en mí para sanar mi vida también. Gracias por inundar los sitios profundos de mi vida con tu amor intenso. Gracias por lavar y limpiar cualquier herida y cicatrices del pasado que aún tienen poder para dominar mis pensamientos y reprimir mi libertad física y emocional.
Gracias por traer luz a las tinieblas y calor a cualquier habitación fría y oscura de mi alma. Espíritu Santo compasivo, gracias por venir a quitar lágrimas no lloradas, penas de luto, el dolor de pérdidas, los traumas, miedos, heridas emocionales tan dolorosas que estaban enterradas vivas. Espíritu de sabiduría, gracias por llegar hasta la raíz de las causas de cualquier fallo crónico.
Espíritu Santo amoroso, gracias por pasar conmigo a través de mis años de infancia y enfrentarte al pasado conmigo. Gracias por recordarme que el amor de Cristo siempre estaba ahí, llenando las brechas entre el amor que necesitaba y el amor que recibía.
Te alabo, Jesús. Que esto sea una oportunidad para una efusión más profunda del Espíritu, a la par que se esta liberando una gran parte de mi vida emocional.
¡Gracias, Espíritu Santo, por tu presencia conmigo, fluyendo libremente en mí, a través de mí’ ¡Gracias por ser mi Amigo, mi Maestro, mi Consuelo, mi Consejero, mi intercesor y el dador de dones extraordinarios! ¡Gracias especialmente por…!
INUNDA MI INTELIGENCIA CON TU LUZ PARA CONOCER:
Tu Divina Voluntad
Lo que puedo y debo hacer
Lo que debo y puedo modificar
Lo que no depende de mí cambiar
Cómo debo conducirme en los acontecimientos de la vida
ROBUSTECE MI VOLUNTAD CON EL DON DE LA FORTALEZA:
Para cumplir constantemente con mi deber
Observar fielmente mis promesas
Conformarme con tu voluntad
Afrontar los problemas y dificultades
Luchar eficazmente contra el mal
Soportar las molestias y enfermedades
Para ser bondadoso, tolerante y paciente
GRACIAS TE DOY:
Por haberme hecho cristiano
Por posibilitarme conocerte y amarte
Por haberme infundido devoción hacia Ti
Por haberme colmado de gracias y favores
TE RUEGO ME AYUDES:
A perseverar en tu amor
Vivir y obrar en comunión contigo
Hacer fructificar en mí tus dones
Permanecer fiel a tus inspiraciones
Secundar generosamente tus deseos
Evitar lo que te contrita y ofende
Extender tu reinado en mis prójimos
Contemplarte eternamente en el cielo.
PRECES AL ESPÍRITU SANTO.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros.
Padre Omnipotente, Ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo, Sálvanos.
Espíritu del Padre y del Hijo y Amor infinito del Uno y del Otro, Santifícanos.
Trinidad Santísima. Óyenos.
Promesa del Padre, Ven a nosotros.
Don de Dios Altísimo, Ven a nosotros.
Rayo de luz celeste, Ven a nosotros.
Fuente de agua viva, Ven a nosotros.
Espíritu de amor y de verdad, Ven a nosotros.
Fuego abrasador, Ven a nosotros.
Autor de todo bien, Ven a nosotros.
Unción espiritual, Ven a nosotros.
Caridad ardiente, Ven a nosotros.
Espíritu de sabiduría, Ven a nosotros.
Espíritu de entendimiento, Ven a nosotros.
Espíritu de consejo y fortaleza, Ven a nosotros.
Espíritu de ciencia y de piedad, Ven a nosotros.
Espíritu de temor del Señor, Ven a nosotros.
Espíritu de gracia y de oración, Ven a nosotros.
Espíritu de paz y de dulzura, Ven a nosotros.
Espíritu de modestia y de inocencia, Ven a nosotros.
Espíritu consolador, Ven a nosotros.
Espíritu santificador, Ven a nosotros.
Espíritu que gobierna la Iglesia, Ven a nosotros.
Espíritu que llenas el universo, Ven a nosotros.
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, Ven a nosotros.
Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, ven a renovar la faz de la tierra,Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, abrásanos en el fuego de tu amor, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, ábrenos el tesoro de tus gracias, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, enséñanos a orar como se debe,Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, inspíranos la práctica de tus virtudes, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, haz que perseveremos en tu justicia, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, sé Tú mismo nuestra recompensa, Te rogamos, ¡Óyenos!
Espíritu Santo, no permitas que nos separemos de ti por la ilusión material, Te rogamos, ¡Óyenos!
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, Envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, Envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo,
Derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.
Cordero de Dios que borras los pecados del mundo, Infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.
Ven ¡Oh Espíritu Santo! llena con tus dones los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Señor, que la fortaleza del Espíritu Santo venga en nuestra ayuda para que se digne lavar las manchas de nuestros corazones y protegernos contra nuestros enemigos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.
Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS.
Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.
¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia de Pentecostés)
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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